lunes, 26 de agosto de 2013

La llegada de Victorio - Parte 2

(La primera parte está más abajo).
AVISO DE NUEVO que voy a escribir esto para recordarlo yo, ahora que lo tengo todavía más o menos fresco, a una semana de suceder. Y que no voy a cuidarme de escribir detalles que puedan herir la sensibilidad de cierto público impresionable, principalmente hombres que jamás parirán.
_____________________________________________________

Se ve que tenía muy presente el fantasma de la cesárea, porque cuando me desperté y vi que eran las 7 y media, cuando nos habían dicho que la inducción empezaría a las 6, dije, "Chau. Directo al quirófano, entonces". Pero cuando a las 8 vinieron con el desayuno, me quedé más tranquila. Todavía había chances.

Efectivamente, al poco rato entraron y reactivaron el goteo. Es impresionante cómo pueden manejar nuestro cuerpo con una válvula. La noche anterior la habían cerrado, y pum, chau contracciones para siempre. Ahora hacían lo contrario, y las contracciones, otra vez tímidamente, volvían a aparecer. Pasamos la mañana tranquilos, charlando, mirando How I Met Your Mother en Netflix y viendo que las cosas no avanzaban demasiado. Mientras tanto, las enfermeras, parteras y obstetras cambiaban de guardia, entonces aparecían nuevas personas ávidas de meter mano en mi pobre útero. Todo bien igual, con mucha educación y respeto se presentaban y me preguntaban "¿Te puedo revisar?" Y.... sí, dale, qué te voy a contestar. Y revisaban, y de a poco aparecían noticias esperanzadoras. 1 cm, 2 cm, y seguimos adelante.

Un obstetra entró, me dijo que tenía cara demasiado relajada, que eso significaba que todavía faltaba. Era verdad, obvio, pero en ese momento secretamente deseé ser parte de ese 0,0001% de la población femenina a la que no duelen las contracciones. Soñaba con que en la siguiente revisación dijeran "Wow! Ya tenés 10 cm! Se asoma la cabeza! ¿Cómo es que no estás aullando de dolor?" Pero no, seguíamos en 2cm, entonces de vuelta a la válvula, abrir más el goteo, y esperar que se intensificaran las contracciones.

Al mediodía entraron con la bandeja del almuerzo (otra buena señal para mí; si estaban alimentándome significaba que todavía no pensaban en operarme), y Javi me vio tan tranquila ahí comiendo y mirando la serie que se fue a almorzar al bar. Al ratito entró una obstetra, me revisó, me dijo que ya estaba en 3-4cm, y me pidió que pujara. What?? Se me atragantó la comida. Pujar es para parir, no algo que se hace en el medio del almuerzo. Pero pujé, durante una contracción y mientras ella me hacía tacto, y ahí me reencontré con mi amigo el dolor del pre parto.

Ella quedó contenta, se ve, porque me dijo que en un ratito me iban a romper la bolsa y un poco después ya me llevarían para la peridural. OMG. Me dejó ahí, sola, shockeada, tratando de procesar la información y terminar el pollo, porque siempre se puede seguir comiendo. Justo ahí llamó mi tía, porque mi primo estaba internado un par de habitaciones más adelante, y me preguntó si quería compañía. "Y dale", le dije, aunque en ese momento nunca me imaginé lo importante que iba a ser su presencia en el rato que seguiría.

Al ratito que llegó, y cuando me disponía a comer la gelatina, llegó otra partera, u obstetra, no sé. Venía con unas pinzas largas y una chata (¿se dice así? ¿No hay un nombre más cool? Aunque claro, no hay nada de cool en una chata...) Su presencia en mi habitación tenía un propósito muy claro: me venía a romper las bolas, digo, la bolsa. No recuerdo con exactitud el proceso, sólo que mi instinto frente al dolor era escaparme moviéndome para arriba de la cama, hasta que ella frenó, me miró y me dijo "No te vayas para la pared. Vení acá, adonde está tu bebé, concentrate en esto y relajate". Me ayudó mucho. Intenté hacer exactamente eso, mandé el dolor y el miedo a la mano de mi pobre tía que se quedó ahí presenciándolo todo, relajé el cuerpo y en vez de escapar, bajé. Enseguida sentí cómo caía mucha, mucha más 'agua' de la que pensé que iba a haber. Esa parte ya no dolía, pero cuando vino la siguiente contracción... Ouch. Game on, estas sí ya eran contracciones hard core. La partera/obstetra me dijo que en más o menos una hora me vendrían a buscar para ponerme la peridural. Y se fue.

Cuando Javi volvió de su almuerzo relajado y feliz, se encontró con un panorama completamente diferente al que dejó al irse. Yo estaba tranfigurada, transpirada, sufriendo como loca con cada contracción. Me habían roto la bolsa y confirmado que en principio, tendríamos un parto natural. Mi tía se quedó un ratito más y enseguida se fue, diciendo que entendía que ese era un momento privado nuestro.

Una hora me habían dicho. Una hora que no se si fue una hora o más o menos pero la puta madre cómo duelen las contracciones esas. Confirmé que la respiración es importantísima para soportarlas. Gritar no sirve, incluso gemir hace todo más difícil. Lo mejor es centrarte en tu respiración, inhalar por la nariz y exhalar leeentamente por la boca y concentrarte en 2 cosas, principalmente: "Ya pasa ya pasa ya pasa" y "Cada una de estas que paso me está acercando al final, a conocer a Vitto".

Y así pasaron, no sé cuántas contracciones, y nos llegó el llamado. Vinieron 2 enfermeras de quirófano (creo), a ponerme una cofia y unas bolsas en los pies a mí, y darle a Javi su uniforme de médico por un rato. Las instrucciones para él fueron "Vos papi (todos somos papi y mami desde el momento que llegás), te vas a vestir y nos vas a esperar acá hasta que te vengamos a buscar después de haberle puesto la peri". Javi me contó que hizo un surco caminando por toda la habitación, porque tardaron como 10-15 minutos en ir a buscarlo.

Yo, la mami, fui con ellas hasta la sala de partos. Caminar con esas contracciones no fue nada fácil ni divertido, pero eventualmente llegamos. Me pidieron que me sentara en la camilla a esperar al anestesista. Entre contracción y contracción, me pareció que las enfermeras hicieron un chiste sobre querer comerse al anestesista con papas noisette de lo bueno que estaba, pero pude haber estado delirando por el dolor.

Finalmente llegó el don anestesista, que no sé si estaba taaan bueno pero convengamos que es un ángel salvador en ese momento así que suma mil puntos por ese lado, y luego de varios intentos y de retarme un poco por no asumir bien la posición necesaria para recibir una aguja en la espalda, logró su cometido. Ah, la felicidad. Contracciones que no duelen pero dilatan, cómo las quiero. Me revisaron de nuevo: 6cm de dilatación. Pedí si podía descansar un poco y me dijeron que sí, que esa era la idea. Así que una vez más, igual que 3 años antes cuando nacía Genaro, me fui a dormir en la sala de partos mientras mis 2 familias y amigos varios esperaban afuera. Una a-mi-ga yo.

Tuve que interrumpir mi descanso pacífico porque empecé a sentir una presión down under que ya no era divertida. Volvió la obstetra, y me dijo que ya estaba casi con dilatación total. Hora de pujar, entonces. Me enseñaron a pujar acostada de costado y a Javi a hacer su parte. Después de un par de contracciones a meta pujo, le dijeron a Javi que se acercara a ver cómo se veían los pelos de Victorio. Qué??? "¿Y cuándo van a llamar a mi Doctor???" "Ya mismo, ahora lo llamamos".

A partir de ese momento, tanto Javi como yo notamos que un poco nos dejaron solos. Onda, si quería pujar, pujaba, pero ni se acercaron más, ni me instaron a seguir pujando. Nuestra inexperta conclusión es que veían que se venía y para eso tenía que estar mi obstetra. El susodicho llegó al poquísimo tiempo, y después explicó que él ya estaba a metros del hospital cuando recibió el llamado. Entró y enseguida se vistieron de recibidores de bebés, con esas batas azules que usan sólo para el momento cumbre del parto. Me llenaron de Pervinox  y pusieron la lámpara que te alumbra justo ahí, donde sucede la acción.

En ese momento volví a tener miedo. Porque claro, siempre había preferido un parto natural a una cesárea. Pero también me habían dicho que los riesgos de parir un bebé grande por vía vaginal incluían desgarros severos para mí, o sufrimiento fetal, entre otras cosas, fractura de clavícula. ¿Y si nos pasaba algo de eso? Bueno, ahí viene otra contracción, no hay tiempo de plantearse mucho.

Pujé, pujé, pujé. Es un momento de una adrenalina única, indescriptible. Qué loco debe ser vivirlo varias veces al día, ser parte del momento más sublime de la vida de tanta gente. En fin. Después de gritos, de arengas hacia mí, de "ya sale, ya está, una más, estás a punto de conocer a tu bebé", salió. Javi me contó que mi obstetra se había literalmente tirado al piso para tirar desde abajo mientras el del hospital tironeaba desde arriba. Le impresionó muchísimo cómo se había estirado el cuello de Vitto, y cómo lo iban rotando antes de salir.

El alivio que se siente cuando nace tu hijo tampoco se puede explicar con palabras. Y yo, además, sentía un orgullo tan grande; no podía creer que después de tanto que se había dicho, había podido parir a mi hijo. Tuve un instante de pánico porque al salir, lo envolvieron en una toalla, y me lo apoyaron en la panza, pero dándome la espalda. Y Victorio tardó en llorar. Es probable que no hayan sido más de 2 segundos, no lo sé, pero para mí fue una eternidad donde Javi me miraba maravillado, porque lo veía moverse ahí afuera, y yo le devolvía una mirada de pánico porque ni lo veía ni lo escuchaba. Finalmente lo oí, y ahí sí, me entregué a la más plena felicidad.

Me dieron a Vitto envuelto en esa misma toalla y lo único que me salió decirle fue "Hola... gracias... te amo". Gracias, gracias, infinita gratitud sentía. Él también tenía que estar orgulloso, lo habíamos logrado juntos. Nos sacamos un par de fotos, esta es la que más me gusta.



Después de eso se fue con Javi a que lo midieran, pesaran, vacunaran, bañaran, y todos esos etc que les hacen a sus bebés. Desde mi camilla, y mientras los obstetras me hacían 2 puntos, grité "¿Y? ¿Cuánto pesa?" Era la pregunta del millón. Y la respuesta fue 4,100kg. Y lo parí YO.


Al rato me lo trajeron de vuelta, me ayudaron a pasarme a la cama, y me llevaron a mi habitación, con Vitto en brazos. Antes de llegar, cual Tour de France, saludé a mi abuela, mi tía, mi primo internado, su mujer y su hijo, que habían escuchado que veníamos y se quedaron en el pasillo a vernos pasar y saludar. Enseguida empezó el desfile de parientes y amigos.

El momento cumbre, claro, fue la entrada de Genaro a conocer a su hermanito. Venía vestido de Woody, de Toy Story, y, para serles sincera, el momento tuvo poco de mágico. Él estaba mucho más interesado en los regalos que le habíamos dicho que Victorio le traería. Al menos pudimos verle la cara de súper flash cuando abrió la bolsa y vio los muñecos de Woody y Buzz Lightyear, pero con respecto al hermano fue todo un gran "meh". A mí lo único que me preguntó fue "¿Ya estás curada mamá?" y "¿Po qué tenés esa ropa?" por el camisón del hospital, se ve que no le copaba la evidente idea de que yo me quedara a dormir otra noche ahí.


 Nos sacamos una foto familiar pero en una cámara sin memoria, qué ídolos todos. Así que Geno se fue al toque, con Javi, mientras yo me quedaba con Vitto a recibir al resto.  Y así empezamos nuestra vida de a 4.

Hola, acá está Victorio. Ya llegó.


24 comentarios:

  1. Bienvenida familia de 4!!! Bienvenido Vitto!!!! Felicidades!!! Y mi admiración niña!!! Qué buen parto!!!

    ResponderEliminar
  2. Tres pots al hilo??? Boluda, me hacés llorar y me tengo que ir a trabajar.
    Genio el niño oráculo.
    Genio el anestesista y tu tía.
    Ese bebé nuevo es perfecto.
    Tu familia es un placer.
    Mucha (más) felicidad para los 4.
    Besos!

    ¿Cómo sigue tu primo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi primo estaba internado por una insuficiencia renal a causa de descuidarse en su diabetes. Le dieron el alta, después de una semana, un día antes que a mí. Está bien, pero necesita cuidarse mucho.

      Qué grosa sos, gracias por preguntarme por él :)

      Eliminar
  3. Guau me hiciste llorar recordando los mios y ya son 2 grandotes totales !!!!!
    FELICIDADES !!!!!!!

    ResponderEliminar
  4. MUCHAS FELICIDADES ANN !!! Me hiciste llorar a mi tambien, y la verdad que haces bien en estar super orgullosa de haber parido a ese pedazo de bebé !!! Que grandote es !!! jajaja HErmoso Vitto, igual que su hno. mayor !!! Dale tiempo a ellos les cuenta entender que el que está ahi es el mismo qeu estaba dentor de la panza de mamá jajajaja
    Disfruta mucho de estos primeros meses que son los mas lindo del mundo !!!
    BEsos a los 4 !! Ya son una familia tipo !! jaaj
    Ale

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Perdón, pero soy tan nula con estas cosas !!! Como hago para seguirte si no tenes el boton de seguidores????????????????

      Eliminar
  5. Bienvenido Victorio!!! Que lindo que ya está a aquí el pequeñito!!!
    Me hiciste reir con lo de Gena mas interesado en los regalitos que en el hermano.. cuestión de tiempo!!
    Toda una leona pariendo a un baby tan grande, eh!!
    besito

    ResponderEliminar
  6. Cuanta belleza entre los dos hermanitos, por favor!!! Felicitaciones y mucha felicidad para esta familia de 4!

    ResponderEliminar
  7. Ay Ann, cuando leí el The end, entre en pánico, aunque pensé que era lógico unas vacaciones, para vivir lo que vivis por estos momentos, aunque el corazón a mi se me estrujará, también vengo hace días pensando, que si cambiabas el nombre, seguramente cambiarías la foto...y entrar a tu blog, y no ver a Geno, su sapo pepe, y su gesto....me estrujaba mas todavía el corazón!!!!!!
    Pero no che, vos madre moderna, después de una pausa, hiciste lo logico!! que voy a decir de lo que escribiste, que se me cayeron un par de lagrimas, que tu hijo Geno, es lo màs!!

    ResponderEliminar
  8. Felicitaciones Ann, Vitto es un bebe hermoso! Tu relato es emocionante, admiro como enfrentaste el parto!
    Los mejores deseos para tu familia!

    ResponderEliminar
  9. Increíble que con DOS hijos tengas la paciencia de contarnos todo con lujo de detalles!!! Te dije en FB pero va de nuevo, Vitto es un bombonazo, espero que lo disfruten mucho!!!

    ResponderEliminar
  10. felicitaciones!!!! lei todo...... que emocion, me remontó a cuando nacio benja... y todo lo que uno siente.. y ahi te das cuenta que podes amar a mas de un hijo jajja.... y no se, todo me emocionó!!!! el bebe es divinooooooooo, y benja tambien anda disfrazado de woodie todo el dia ! jajajaa, me muero de amor!!!! los felicito!!!!! un beso grande!!!!!

    ResponderEliminar
  11. 1. Es hermoso!
    2. Es una bessstia! (Bolú, parece de tres meses ya!)
    3. Qué hacés escribiendo acá? Tas loca?
    4. Felicitaciones. Miles.
    5. Me hiciste llorar. Los partos me ponen así (?)
    6. Bienvenida a la segundidad. Disfrutala!

    Besos a los 4
    Lu

    ResponderEliminar
  12. Es taaaan lindo lo que cuentas que seguro me está dando ganas de tener uno para mi. Me gusta que estés escribiendo esto teniéndolo tan fresco y que puedas releerlo luego. Victorio está enorme y hermoso!

    Me hiciste llorar!!! y dos, sigo en shock con Geno "el vidente".

    Un abrazoteee a los 4.

    ResponderEliminar
  13. Estoy llorandoooooooooooo obvio!!!!!!!! SUPER FELICTACIONES a los 4! pero especialmente a vos! una alegría cada parto natural post cesárea que me entero (que casi lamentablemente son inexistentes... otro tema....), nosotros somos 4 también! (y hasta acá llegamos je!) disfrutalo a ese gordo hermoso, beso grande! me quedo por acá!

    ResponderEliminar
  14. yo también estoy llorandoooo! felicidades Ann, para toda la familia!!!! ♥♥♥♥

    ResponderEliminar
  15. Muuuuuuuuuuy muchas felicidades y bendiciones!!! es hermoso el gordo!!!
    Besos =)

    ResponderEliminar
  16. Qué lindoooo!!! Qué emociòn!!! Qué hermosa familia!!!
    Me voy a gastar todos los signos de exclamaciòn... Sos lo màs segundiza! Me alegro que hayas tenido el parto soñado y que Victorio sea tan hermoso (y sobre todo leonino como la tia Mai!!!)
    Besote

    ResponderEliminar
  17. Hola Ann!!! felicitaciones por tu bebé!!! no puede ser más bello! y felicitaciones por tu coraje, por tu parto.
    Me encanta que haya nuevo blog! Javi va a escribir????
    te mando un beso enorme y que disfrutes de tu flia!

    ResponderEliminar
  18. Qué hermoso relato, pura emoción! Felicitaciones a la familia, sos una grossa por todo lo que hiciste y harás!

    Besos!

    ResponderEliminar
  19. Primero me asusté cuando pensé que no escribías más el otro blog, y cuando llegué a éste me emocioné! Felicitaciones! Son una familia hermosa!

    ResponderEliminar
  20. aaaaaah casi lloro!!! love love love love! estoy feliz por ustedes, GENIA LO PARISTE VOS! :D

    ResponderEliminar
  21. Piel de gallina y felicidad por ustedes ante tremendo relato tuyo!!!
    Vengo recomendada por Mai... me dijo "tendrías que leer a Ann de Primerizando" (ya estabas a segundizando jajaj).
    Te leo.
    beso.

    ResponderEliminar