jueves, 22 de septiembre de 2016

Al día de hoy

Siempre lo mismo. Siempre que vuelvo, vuelvo en vacaciones. Es como que realmente necesito estar desenchufada de todo lo laboral como para poder empezar a pensar en lo demás.

En fin. Este 2016 no debería ser un año que quede en el olvido. Pero lo más probable es que si no escribo nada, va a terminar así. Porque no está pasando nada wow de bueno, salvo el nacimiento de Manuel, mi sobrino posta-posta. Pero si no es por eso, va a ser recordado como el año en que se murió mi abuelo, o el que casi se muere mi suegra, y no es justo para el 2016 pasar a la historia solo como eso.

Porque también fue el año donde Genaro aprendió a leer, y ahora es él el encargado del cuento de la noche; el año donde Geno y Vitto aprendieron a encontrar puntos en común, a negociar qué ver en Netflix, a engancharse con los juegos del otro. El año donde llegó el Mago, nuestro gato, y así sumamos al último bebé que tendremos jamás. El año donde Vitto fue al mismo colegio que yo, cosa que si bien fue muy cómoda y no generó ningún problema real y tangible, es una experiencia que ya se termina, porque no me cierra del todo. El año de soñar todo el tiempo con Geno en primer grado, y con la decisión firme y aterrorizada de no trabajar a la mañana el año que viene. Dividir mi sueldo y multiplicar el tiempo en casa con los chicos. Pánico y entusiasmo al mismo tiempo.

En el 2016 gané confianza como profesora de Literature en secundaria, estoy haciendo un postítulo que reafirma mi eterno amor-odio con el estudio, tuve 6to grado por primera vez y me encantó. Se casó mi queridísima amiga de la facultad, y me encantó verla tan radiante. Ahora en octubre se casa otra, y a la felicidad por ella se le suma la felicidad por mí, porque el casamiento es en Córdoba y vamos a ir con Javi, los dos solos.

Además de esas amigas de eventos especiales, siguen estando las otras, las de siempre, y me hace tan feliz mantenerlas ya todas firmemente instaladas en esto de adultecer. Acompañarnos en los mejores y peores momentos de la maternidad, el matrimonio, los problemas diarios. Saber que están, que estamos, no solo para la foto del cumpleaños sino cualquier martes a la tarde o sábado a la noche. Ver a nuestros hijos jugar juntos y a nuestros maridos que también son amigos y esperar que no se corte nunca más.

Este año viene siendo una suma de días chiquitos, ordinarios y felices. Tenemos un equipo de música en el living y corrimos los sillones para que nos quede una mini pista de baile permanente; eso y Spotify han traído la música de vuelta a mi vida, y me di cuenta de cuánto la extrañaba. Escucho una mezcla de la música que escuchaba antes (la carpeta "2000s" es la que más temas tiene) con la música que escuchan mis alumnas de 12 años. Y yo aún, aunque me dé vergüenza admitirlo, me siento más de 12 que de 31 cuando bailo y canto.

2016 también debería ser recordado por la obsesión por Pokemon de Genaro, reforzada por Pokemon Go (otro punto de contacto con mis alumnos) y la lluvia de merchandising que apareció a partir de eso. También nos acompañó bastante Peppa Pig y la Pachuca Paína, o Patrulla Canina, los fetiches de Vitto.

Entiendo que a mi relato le falta coherencia, ambición, anécdotas memorables, pero eso escasea. Y no por eso vamos a menospreciar la maravilla que es ser felices con tan poco, saber que nos pueden faltar mil cosas materiales pero que estamos tan rodeados de amor, ya sea en esta casa como en la de tanta otra gente que nos quiere, que nos estaríamos quejando de llenos.  Geno, Vitto, Javi y yo. Esta casa. Estas dos familias de origen.  Estos amigos. Esta vida. Me alcanza.

3 comentarios:

  1. Qué lindo volver a leerte, primero en Twitter y ahora acá!

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  2. ME ENCANTA!!!!! Y me hacías falta, esa vida con momentos chiquitos pero llenos de felicidad. Esa que encuentras en la pista de baile y el reencuentro con la música, la vida de tus hijos y cómo crecen. Y sigo pensando en ellos como los describiste, uno hippie y el otro tecnológico y cuando los veo en Instagram los reflejo en tus palabras.

    Tu abuelo que se murió es el papá de tu mamá? También pienso mucho en ella y en los sentimientos que tenía con respecto a él y a su vida. Siento mucho tu pérdida...

    Vuelve más seguidooooo!!!

    Un abrazote ;)

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  3. Hola Ann, que alegría de verte por el Blog. No había visto este Post... extraño blogueras como vos.
    Tu post sí que está lleno de momentos memorables, claro que sí
    besos

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