viernes, 19 de enero de 2018

Spotify right in the feels

Por esas cosas de la vida, del pueblo chico y de Tinder que me encantan, mi mejoramiga de la facultad se casó con el primo de uno de los amigos de Javi, que también resultó ser compañero mío de jardín de infantes. Cuestión, que anoche se armó un lindo grupo humano, la pasamos genial en una cena, y como souvenir de la noche, me traje varias listas de Spotify, porque el primo en cuestión es también DJ y conoce muuuuuucha música de ahora pero sobre todo muuuuuuchas versiones de música de antes, my fave. Esto hizo que después de varios días, volviera a conectarme con la música, explorando estas listas y agregando temas a las mías.

Desde hace más de un año, los chicos tienen sus propias listas. Me acuerdo que cuando Genaro era chico, cerca de su tercer cumple, pedía cualquier cosa, real o imaginaria, para que se agregara a su lista de regalos. Ahora pasa algo parecido. Tan lejos de mi infancia/preadolescencia con la FM Hit y el cassette para grabar las canciones de la radio, ahora mis hijos disfrutan de esta maravilla del escucho/me gusta/quiero/va a mi lista.

Al día de hoy, sus listas se ven así:

VITO:


La primera es la que inició todo. Estábamos yendo a festejar Halloween a lo de mi cuñada, Vito disfrazado de Pikachu y Geno de Ash Ketchum, en el 2016. Vito no entendía mucho de qué venía la cosa, pero pusimos "This Is Halloween" en el auto a todo volumen, y algo hizo click adentro de él. Fue la primera vez que asoció una canción a un momento feliz, y a partir de ahí, la quería escuchar siempre... De ahí creció su amor por All Things Halloween, que vendrá en otro post. Después vemos canciones que escuchó de casualidad, en laradio o porque yo las estaba escuchando, le gustaron y pidió, como Get Lucky, Don, Sueños, Obsesión o El Dinero No Es Todo (!!!). También tenemos algunas más infantiles (?) que trajo del jardín, como Duerme Negrito (que dijo que se la había enseñado "el musiquito", más conocido como el profesor de música, en sala de 2), El Mamboretá, Banana Song, o Rain Rain Go Away. También hay algunas heredadas del hermano o del contexto de música de moda, como Despacito o Súbeme la Radio, o de películas, como Cuán Lejos Voy o Logo Te Pate, que son de Moana.

Las otras dos que tienen historia propia son Gangnam Style, y Don't Stop Til You Get Enough. A la primera la agregó a su lista porque el primo y el hermano festejaban cualquier cosa con "Eeeeeeeehhh chu-chu lei-diii!" (que vendría a ser el "Eyyy, Sexy Lady!" de la canción). Un día estábamos yendo a uno de los primeros cumples de amiguitos propios que tuvo, y sonó esa canción. Él lo interpretó como un festejo por estar yendo a un evento social, y a partir de ahi, la pide cada vez que vamos a un cumple.  A la de Michael Jackson la puse yo un día, porque me copa, y cuando miré para atrás en el auto Vito estaba haciendo una complicada coreografía con las manos, completamente en trance. A los pocos días, cuando pusimos música, sin dudarlo pidió la canción "que hace bailar a mis manitos". Ah no no casi muero de amor.

GENO:






La lista del 'preadolescente', como le decimos, es mucho más 'cool', con canciones más conocidas y menos random que la de Vito, pero también tiene algunas 'excentricidades', como Burn, o la versión de Regina Spektor de "While My Guitar Gently Weeps", que yo amoamoamo. Sobreviven todavía algunas cosas 'de su infancia', como la de Pokemon o Watch Me, pero presiento que se irán bastante pronto. Las de Ancud son de la banda de German Garmendia, el YouTuber idolatrado en esta casa, y fueron las primeras canciones que conocí gracias y a través de Geno, y para mi sorpresa y alivio, me gustaron, espcialmente "Se Hacen Realidad".

En cuanto a mí, puedo decir que las playlists más escuchadas son 'Just Chillin'', 'De esas que te gustan porque sí', y 'Sing Out Loud'; que por supuesto tengo carpetas especiales para Alanis y The Beatles, y que escucho cada vez menos la carpeta '2000's', lo cual habla MUY BIEN de mí. Ahora con esto de las playlists públicas de otros estoy descubriendo música nueva y eso me copa, porque no quiero seguir escuchando lo mismo toda la vida, por más que ciertos temas muy embebidos en lo más profundo, por razones que explica Pictoline:



Por esto, voy a confesar que hay altísimas probabilidades de terminar llorando si escucho Shiver de Coldplay (o Timber, de Kesha, pero por motivos completamente distintos). Ah, también hay otra sub-categoría secreta de música, perteneciente a un período post-adolescente altamente olvidable, que sencillamente NO PUEDO escuchar, ´porque me vuelven los pensamientos suicidas-homicidas del momento. FUERTE. A los pocos días de un episodio conectado a esto en casa (nada tan violento, no teman), con Javi empezamos a ver The Sinner, y WHOA. Nada, una boludez. No voy a andar matando gente random en la playa, por más La Vela Puerca o NTVG que suene, don't worry, pero que se me van a erizar los pelos de la nuca como un gato listo para la batalla, y que voy a buscar pelea de la nada misma, don't you doubt it.

No hay comentarios:

Publicar un comentario